Estrategia del océano azul

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Estrategia del océano azul
de W. Chan Kim y Renée Mauborgne Ver y modificar los datos en Wikidata
Género Administración de empresas Ver y modificar los datos en Wikidata
Idioma Inglés Ver y modificar los datos en Wikidata
Título original Blue Ocean Strategy Ver y modificar los datos en Wikidata
Editorial Harvard Business Publishing Ver y modificar los datos en Wikidata
País Estados Unidos Ver y modificar los datos en Wikidata
Fecha de publicación 2005 Ver y modificar los datos en Wikidata

La estrategia del océano azul (en inglés, Blue Ocean Strategy), es una teoría creada por W. Chan Kim y Renée Mauborgne, ambos profesores de la Escuela de Negocios INSEAD, plasmada en el libro homónimo publicado en 2005.

La estrategia del océano azul se basa en un pilar fundamental: la innovación,[1]​ teniendo como premisa que las compañías necesitan dejar de competir entre sí para ser exitosas.

La tendencia general es que todo el pensamiento estratégico sea dirigido al océano rojo, una guerra de competencia por el trozo de Pastel (Clientes) como lo dijera el Dr. Deming a principios de Siglo pasado (XX); la Teoría de Administración tradicional define que en la competencia está el éxito o el fracaso de las compañías, lo que ha permitido a muchos saber desempeñarse hábilmente en este mundo, pero desconociendo qué otro tipo de estrategia podría generar mejores resultados, y sin preocuparse tanto por la competencia. Fruto de la estrategia de océano azul, se busca impulsar la competitividad y marcar una diferenciación empresarial entre compañías que compiten por los mismos clientes.[2]​ Deming aseguraba: Hay que hacer el Pastel más grande, donde haya para todos. Incluso la idea fue más allá, cambiando la competencia por Colaboración entre Empresas afines, o con los mismos problemas. Por ejemplo, el Productor de Automóviles asesora al productor de partes, y así garantiza la calidad de las mismas.

El océano rojo[editar]

En el libro, se retrata a la competencia entre empresas como un océano rojo, cuyo objetivo siempre ha sido superar al rival y ganar una posición en el mercado.[3]​ Entre las consecuencias del océano rojo se menciona

  • Guerra de precios entre competencias
  • Márgenes bajos de ganancia
  • Dificultad para crecer en el medio empresarial[3]

El océano azul[editar]

Representa a las ideas que buscan crear mercados que no aparezcan en la actualidad y, por lo tanto, sean viables debido a que son oportunidades de generar un crecimiento rentable a futuro. El océano azul se define como aquel espacio perteneciente al mercado y que aún no ha sido explotado, lo que generará una oportunidad para el crecimiento rentable, que tiene muchas más ventajas.

Pasos para desarrollar la estrategia del océano azul[editar]

Los cinco principios básicos de todo océano azul son:

  1. Crear nuevos espacios para el consumo.
  2. Centrarse en la idea global, no en los números.
  3. Conocer más allá de la demanda existente.
  4. Asegurar la viabilidad de la estrategia.
  5. No alejarse del área de confort donde nos encontramos.


Estos pasos se detallan a continuación.

1. Crear nuevos espacios para el consumo.[editar]

Es un proceso mediante el cual se busca crear el océano azul, es decir, nuevos negocios que sean innovadores, originales y que permitan a futuro ocupar un lugar en el mercado que genere la suficiente rentabilidad. No se trata de generar ideas y probar; la principal característica es «establecer un proceso estructurado que logre ampliar los límites del mercado tal y como se concibe hoy en día».[cita requerida]

Existen cinco caminos que permiten llegar a este punto:

  • Las empresas no solo deben luchar con la competencia, sino con aquellas empresas que generan productos sustitutos. Por ejemplo, están los restaurantes, los cines, incluso almacenes de ropa; todos cumplen la función de distraer al consumidor pero de diferente manera. Las empresas por lo general se fijan en luchar contra los competidores directos, pero dejan de lado aquellos que indirectamente están creando alternativas para los consumidores. Por lo tanto, es importante estudiar qué hacen las industrias alternativas.
  • Entre las mismas empresas se encargan de pelear por quien lidere un segmento del público o clientes; compañías de alto rango pelean entre sí, dejando de lado a empresas que pueden ser más pequeñas y omitiendo que estas, a su vez, les están generando competencia. Es importante estudiar los distintos segmentos estratégicos que forman parte del mercado, abriéndole la puerta a mayor cantidad de clientes.
  • En muchas ocasiones, sustituir el grupo objetivo al cual se dirige la oferta de la empresa por otro puede funcionar; modificar la estrategia convencional puede permitir que haya una expansión en el mercado.
  • Estudiar y entender qué pasa antes, durante y después de utilizar un servicio o producto es también un camino para la creación de una estrategia de océano azul.
  • La competencia no se mide solo en el precio y la utilidad que el producto o servicio brinde al cliente, pues crear nuevos espacios en el mercado apelando a sentimientos y emociones del consumidor puede ser una estrategia que funcione.

2. Lo importante es la idea global, no los números[editar]

Teniendo la idea clara, ahora es necesario saber cómo se aplicará a la empresa. Ya no se trata de buscar cómo competir en el mercado (océano rojo); con esta estrategia se busca alejarse de la competencia con nuevas ideas. Para este punto de la estrategia es necesario no solo fijarse en los números —aunque en algún punto serán importantes—; en ese momento es necesario ir más allá y mirar la globalización del mundo actual. Para esto es preciso tener clara la visión de cómo se hará el distanciamiento de la competencia.

Lienzo estratégico[editar]

  • Despertar visual. Es la primera fase del segundo ciclo, donde en principio se compara a la empresa con los competidores actuales; lo que busca es realizar un estudio de la situación actual. Será la base para analizar en qué punto la estrategia debe cambiar.
  • Exploración visual. Se necesita plantear cada uno de los cinco caminos que puedan ser tomados para crear un nuevo espacio estratégico en el mercado; en esta fase del segundo ciclo es necesario identificar los factores que se puedan modificar, eliminar o crear.
  • Trabajo de campo. Es el momento de probar si la estrategia está funcionando. Los clientes, tanto los de la competencia como los nuevos, deberán aprobar.
  • Comunicación visual. Se refleja la situación actual y la deseable de la empresa.

3. Ir más allá de la demanda[editar]

Toda empresa necesita corregir dos estrategias convencionales en el mercado: la primera es no centrarse únicamente en las necesidades del cliente actual, y la segunda, que conduce a realizar una segmentación excesiva del mercado. En este punto, lo que importa es dirigir la mirada a quienes no son aún clientes y conocer cuáles son sus necesidades.

La estrategia de toda empresa es mantener su lista de clientes actuales, pero una ventaja competitiva se ve cuando se dan nuevas oportunidades al segmentar el mercado.

4. Asegurar la viabilidad[editar]

Asegurar la estrategia permitirá saber que sea viable para la compañía; así, entonces, el objetivo es disminuir el riesgo que trae consigo la implantación de la estrategia. Parte de estas respuestas se encontrarán en la afirmación de las siguientes preguntas: ¿obtendrán los clientes una utilidad excepcional de la nueva idea de negocio? ¿El precio marcado para los productos o servicios está al alcance de la gran masa de posibles clientes? ¿La estructura de costes que tenemos es viable teniendo en cuenta el objetivo de precios que nos hemos marcado? ¿Existen obstáculos para transformar nuestra actual propuesta de valor?

El océano azul necesita que se le presente al cliente algo excepcional en el producto o servicio. Un producto será exitoso en la medida en que permita que la vida del consumidor sea sencilla, productiva, cómoda, divertida; el nuevo producto debe marcar la diferencia con el anterior, además de una nueva utilidad.

Un nuevo aspecto dentro de la viabilidad es el precio estratégico, que deberá atraer a los clientes y, además, necesitará retenerlos, crear fidelidad en el cliente.

Ejemplos de empresas que representan el océano azul[editar]

Centro para el estudio de Estrategia del Océano Azul, en el campus Europeo de INSEAD

Instituto para Estrategia del Océano Azul de INSEAD[editar]

El año 2007 los profesores W. Chan Kim y Renée Mauborgne, crearon el Instituto para la Estrategia del Océano Azul de INSEAD, IBOSI por sus siglas en inglés ( INSEAD Blue Ocean Strategy Institute).[6]​ Hoy el instituto es un bullante centro intelectual, compuesto por miembros (executive fellows) de las mejores escuelas de negocios del mundo.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. «El valor digital de la estrategia del océano azul». Sage Advice España. 2 de marzo de 2020. Consultado el 13 de marzo de 2021. 
  2. «Estrategia del océano azul». Economipedia. 21 de julio de 2020. Consultado el 13 de marzo de 2021. 
  3. a b «La estrategia del Océano Azul: descúbrela y consigue arrasar en tu sector». www.thepowermba.com. Consultado el 13 de marzo de 2021. 
  4. «7 Powerful Blue Ocean Strategy Examples That Left the Competition Behind». blueoceanstrategy.com. 29 de noviembre de 2022. 
  5. «Stitch Fix blue ocean strategy». Qualified.One. 29 de noviembre de 2022. 
  6. «INSEAD Blue Ocean Strategy Institute». centres.insead.edu. Consultado el 5 de marzo de 2017. 

Bibliografía[editar]

  • W. Chan Kim, R. Mauborgne: Blue Ocean Strategy (‘La estrategia del océano azul’).
  • INSEAD, Instituto para la Estrategia del Océano Azul

Enlaces externos[editar]